La Portalina es una bicentenaria casa de labranza construida en piedra y barro, de muros espectacularmente gruesos. Ha sido totalmente restaurada, conservando su estructura original
y recovecos convirtiendo portalones, pajares, cuadras y paneras en una casa acogedora que combina
el sabor añejo de un tiempo perdido con el confort,
la calidez, y la tecnología de los tiempos actuales.
La casa está ubicada en una superficie de 400m2
de forma poliédrica abriéndose a un patio-corral central (convertido en un precioso jardín) desde donde se accede a la portalina y al resto de las dependencias.